No sé si me atrevo a escribir o no me atrevo;
si es que seré valiente en mis locos divagos,
porque en cobardía de escribir en estos tragos
tengo la musa de inspiración y no la elevo.
Y siento la sensación de este atinado derecho
de desahogarme en escribir mi penar cercenante;
mi dolor de llanto al que no le parece bastante
y toma unos tragos por amor... y por despecho.
Interrógome al alma qué es lo que he hecho
para recibir repudio al amar tanto y demasiado,
pensando que mi sentimiento ha sido exagerado
que se pasa al amar, matándome lo que flecho.
Será que aburre mi amor sincero y prometedor;
serio, en una relación que se pacta eterna,
cansando a quien amo creando así una terna
de tres no cabientes, si solo en dos cabe amor.
Me siento culpable por mi exagerado error,
condenándome ya a una acción de suicidio;
pero... estoy más que seguro sería genocidio
matar alma, corazón... y hasta el mismo dolor.
No entiendo... el que quien amo me deje sin techo,
y sin paredes; llenándome de tan intenso frío;
en esta noche solitaria, lloro el inmenso vacío
en mi brindis de unos tragos por amor... y por despecho...
Alviz Neleb
Julio 16 de 2011
02:59 a.m.