AROMAS
Mil olores brotan de su pelo
qué, mágicos me transportan al pasado
cuando en esa noche de incesante anhelo
arrasé tu cuerpo cual tornado.
Recuerdo en tu espalda, aquella senda
que sin señales llevábame a tu alma,
la redondez de la cadera como ofrenda
al final de la batalla, viento en calma.
La curva de la espalda, reprimida
ansiosa de mis labios la caricia
me pierdo en ese monte cual suicida
Y ahora, en los finales de mi vida
vuelve el recuerdo fresco y me acaricia
fortaleciendo mi alma, ya vencida.
Guivel