“Estrellas de carbón”
Algunas noches… mis venas secas beben del suelo, calladas ante algún silencio reseco… decolorándose tras la sombra su apatía de ceniza…
Respira desde su interior la llovizna, sin temer a nublarse con el llanto del que se ahoga…
Afuera de mi ventana… se esconde una luz invisible a mis oídos, reflejada una mirada empañada… que no la mira, igual al recuerdo de una luna partida… cubierta de los sollozos de mis yemas siempre frías…
Caen los ruegos desprendidos de las nubes afligidas, como alas grises de ángeles sin sueños…
Apilándome bajo las caricias desoladas de lágrimas perpetuas, diariamente a través de las palmas pálidas… de la misma madrugada, abandonado… solo junto a cada crudo lamento, deshojando ahí aquellas pestañas de cristal caídas…
Escucho voces de vidrio tocando la puerta… cortando los hilos a la lluvia, extraviado donde nadie me busque… (Donde estoy las luces ya no miran…)
Anclado al dolor de la grietas sobre mis ojos hundidos… al borde del cielo roto…
Deshaciendo sobre mi pulso… mis dedos arrancados, hechos raíces marchitas… entre tus cabellos muertos, sepultados… donde se niegan a dormir las lágrimas mudas…