Cuando estés en el medio de la tribulación,
cambia tu ritmo de vida, dale un crédito
positivo al pensar, párate en el tiempo y
siéntate para pensar en tu filosofía.
El tormento es porque, quieres que
se cumpla un deseo y no se hace
realidad, cálmate todo en su debido
tiempo, éste es el momento para crecer.
Las tristezas intensas es un camino
amargo, parece que nada, da cierto
en nuestra vida: en el amor, en el dinero,
en el trabajo, mis amigos no están con
confianza en mí; y me da ganas de golpear
a una persona, de decir maldiciones...
Cuando te sientas con alma congoja,
no hagas daño a nadie, ni a la naturaleza,
en vez de eso, piensa como invertir ese
pensamiento a un idea positiva: por ejemplo
ver una rosa y preguntarle, porque naciste;
ir con un amigo de confianza y decir todo
lo que sientes; leer un trecho de un versículo;
ir a pasear; ir a la playa...
16-JULIO-2011
GONZALO PEREZ ALARCON