\"Si ves que acusan a un hombre/ de amar un recuerdo en todas partes,/ al recuerdo ponle tu nombre/ y al acusado Álvaro Márquez\"
Desde que la feliz noticia un día te llega
sientes que empieza para ti una entrega
a un ser que en tus adentros se forma…
Hay para ti un torbellino de cosas nuevas
y sientes con razón que la vida que llevas,
de un día para otro cambia, se transforma.
Y ya nada que pase se trata solamente de ti,
desde ese momento hay alguien más allí
que aún está en sus inicios, pero ya existe,
ya le hablas, ya lo presientes, ya lo llamas…
y sientes que es tanto, tanto lo que lo amas
que te parece que desde antes lo hiciste.
Se nota un brillo muy especial en tus ojos,
pasan los días y ya comienzan los antojos
a apoderarse poco a poco de tu voluntad.
Es tan cierto lo que aquí ahora te escribo,
como que sonríes hasta sin tener un motivo
y es que ya tiene nombre definido tu felicidad.
Va creciendo cada vez más y más tu barriga
y ya no te hace falta que alguien te diga
si así como estás te ves fea o te ves bella…
Poco importa, ahora tú juegas otro papel,
más te interesa que bello se pueda ver él
o si aún no estás segura del sexo… ¡ella!
Pero claro que te ves de lo más bonita…
y a los 4 meses ya sientes alguna patadita
y las náuseas molestan, pero poco te importa,
tu realidad ya ha dejado de ser amarga
y si tu vida sin tu bebé sientes que fue larga,
no deseas que con él sientas que es corta.
Quieres averiguar su sexo por algo importante,
toda la ropita que le comprarás en lo adelante
debe tener un color exactamente bien definido,
porque en verdad, al menos hasta donde yo sé,
no hay mamá que use el rosado si es varón su bebé
y es difícil ver a un padre que lo haya permitido.
Siete meses, el número de patadas aumenta,
ya sientes que se mueve, se voltea, se sienta
e incluso ahora sabes que reconoce tu voz…
Sabes que al comer no importa lo que hagas,
cada líquido que bebes, comida que tragas
la estás compartiendo ¡se nutren los dos!
Mi poema es para ti también, mujer
que quedaste embarazada sin querer
y no tuviste un respaldo a tu lado…
y para ti que aunque sufriste al saberlo
y pensaste o no quizá en no tenerlo,
lo tuviste y mucho amor le has dado.
Sabes que al final, no sufriste en vano
y que en ti hay un comportamiento humano
que ya para nada hace que me asombre…
Sé que te gustó que tratara hoy este tema
y bueno, si es varón y te gustó mi poema,
si no te importa, le puedes poner mi nombre.
Poema original de Álvaro Márquez
Venezuela
Todos los derechos reservados
8/3/2014