Mi computador
De un momento a otro,
mi computador comenzó a adquirir vida propia,
como si estuviera siendo manejado
desde el más allá por otro operador.
Cerró todas las ventanas de los programas
y de mis trabajos aún sin grabar.
Traté de reiniciarlo como indica el protocolo administrativo,
pero no hubo caso, ni siquiera pude iniciar una nueva sesión.
No cabía duda alguna, estaba siendo despedido de mi trabajo
y me lo estaba comunicando mi computador.
Valentino Malatesta