Mientras mi caminar nocturno me lleva,
En medio de la nada, el recuerdo llega,
De sentir tu alma, caminar en la vereda,
Cuando nuestras almas están con la luna.
Acude la frescura del viento ante la duda,
Será que estas de nuevo en la caminada,
Que seguirás al mismo andar de mi vida,
O solo son sueños, que me hace la luna.
Mi fuerza desfallece ante la falta, calma;
Me pide el corazón ante la línea difusa,
Será mía tu alma, o solo una esperanza,
Fallida por no entender la letra y prosa.
Solo sé, mi vida sobrevive ante la llama,
Que de repente me reclama y busca,
Después de silencio infernal y que dura,
En la lejanía, de nuestra fe y esperanza.
Busco consejo a la estrella y a la celestina,
Sé que mi ser es tuyo, pero y tu mi alma,
¿Serás mía? te quebranta esa mi lejanía;
Que mi labor diaria, me tiene, a la veda.
Aunque por más que te alejes, sigue mi alma,
Enclavada en tu recuerdo, que me alimenta,
El sentir de mí, y que me ayuda y me refuerza,
Para seguir luchando por el amor tuyo, mi vida.
Como decirte que lejos estoy, más solo vives,
Que eres mi amor, mi vida, mi aliento y luz,
Si te vas de mi lado, me dejas en penumbra,
Que ya no se vivir, sin decir te amo mi luna.