Recorrí, el jardín de tu cuerpo
con ansias de devorarte
Para llenarte de besos
y mil caricias ofrecerte y regalarte.
Sentí el temblor de mis piernas
cuando Iba entrando en tu ser
Percibí tanto placer
que llore con emoción de felicidad tal vez.
Tu boca tapo la mía
con fuego y un dulce sabor
que despertó mi locura
amándote con ternura
y llenándote de amor.
El fuego nos devoraba
entre caricias y besos
mientras tú me apretujabas
entre tus brazos bien preso.
Desprendiste tu fragancia
y la mía también salió
inundándote tu vientre
para expandirte de amor.
Oí tus gritos lejanos
pues yo ya estaba en las nubes
subiste a lli con migo
y en mis brazos te mantuve.
Aun percibo los chasquidos
que tu sexo me ofrecía
era un sonido tan sexi ,
que no olvidare en la vida.
El dulce sabor a mil
que tu cueva me donaba
era como la melaza
que hasta mi alma endulzaba.
Autor. Joaquín Méndez
Reservados todos los derechos.
17/07/11.