Quiero un exorcismo,
me veo arrojado en un abismo,
necesito que traigan al papa de roma
o a un gran arzobispo.
Pues quiero que te expulsen,
perdona me si no soy dulce,
pues eres satanás
que desde el infierno me seduces.
Ya no me dejas dormir,
vives más dentro de mí,
quisiera largar me
y dejarte encartada en mí,
porque hasta la sonrisa me acabaste,
porque sin alegría me dejaste.
Mejor vete de mí,
aunque me duela quedar
hasta en los sueños sin ti,
prefiero 666 veces esto,
para que en las noches
por fin y tranquilamente,
ya pueda dormir...