La impía artesana de los recuerdos
aquella que había hecho de mi vida
un ovillo tupido de lamentos,
hoy se ha ausentado
y se me han ido olvidando mis amados convenios,
llegué a ti sediento del vino de la pasión
y me beneficié con un bodegón lleno de afectos,
yo que me bebí hasta la última gota del dulce
vino de su hermoso cuerpo,
en la actualidad sin irme dando cuenta
me he ido desligando de sus placenteros recuerdos,
una nube melancólica cubre mi tiempo
porque no quiero borrar del todo,
su venerada presencia.