Dulces miradas
ocultan nuestras voces
en ojos que hablan.
Tiernas palabras
tejidas en silencios
de comprensión.
Ojos que se hablan,
interior que palpita,
lágrima y miel.
Mirada en flor:
pétalos de palabras
que nos perfuman.
Dulces y tiernas
perviven en nosotros
calladamente.
2 de febrero 2011
Pau Fleta