Sí, eres hermoso, ni dudarlo
pero tan vano y tan voluble.
Te me escapas siempre
como un pez sorprendido.
Te me vas siempre de entre los dedos
y me haces sentir tus caricias, tan esquivas.
Será así, acaso, por siempre.
Cansaras un día tu animo evasivo?
Algún día me amaras como te he amado?
Para que me engaño,
no debo siquiera permitir que mi mente
albergue la mínima esperanza,
jamás podre contar cuantas estrellas
tendrá el cielo en esta noche,
así como nunca podre tenerte entre mis brazos,
y es muy poca la dosis de tus besos para olvidarte,
necesito mas para que yo pierda la conciencia
y te desvanezca en mi pensamiento
y te pierdas por siempre en el universo de mi amnesia.
Pero tengo que llorarte aun más que un mar,
desintegrarme en llanto
y renacer en roca, sin corazón,
para que al recordarte no tenga que latir.
Seguirás siendo para mí
el lucero más brillante,
el mas lejano que jamás vi
yo siempre en el cielo voy buscarte
porque hacia abajo no quieres mirar,
guardare, quizá, por siempre
la esperanza vana de que algún día
a verme vas a voltear.