Amo el color de las campanas
Que evocan lo sensible, sin gastarlo.
Amo la sinuosa pendiente
Que me ofreces
En el trance inmortal de la caricia hecha música...
Encontramos
Reencontramos
Y el Arte que sana y que todo lo puede
Nos ofrece la ocasión de saludar la Luna
Y entrar en el mandala...
Te amo
Como amo el calor de la palabra
Hecha para bendecir, para unir, para aliviar.
Y encuentro, en el crepúsculo,
Más luz y claridad :
Es la Fe del que ha despertado
A eso que llaman lo Sublime.
Campos, DA. Catedral y Aquelarre (2011)