La ironía de vivir
jamás superará el
hábito de letra
la melancolía de soledad
nunca sentenciará
a un corazón veleta
Aún en la agitada huida
de una emoción trágica
es un reflejo claro
de la ira noble
de un sentimiento caro
la tragedia de existencia
marca la experiencia
de un nido de espadas
en donde nacen las miradas
Huyendo a cada paso.
regreso la mirada
y el otoño de recuerdos
mancha el sol de espada
Yo moría de condena
a vagar sin tu mirada hasta
que un azul pena
giró en un cielo de estocada
Los recuerdos de lana
que flotan sin memoria
apagan cada lágrima
degustando tu ausencia
Mi sindolor aun reclama
tu sonrisa de madera
que arcadio demarca
el que verde espera
Y la flor de invierno
que sigilosa espera
un día verá aliada
lo que el silencio revela
Ahora tu me guías
por los prados de fe
en donde solo importa
que en mi tu mundo este.