En una noche de junio te conocí,
justo en el invierno, que necesitaba calor de ti,
unas miradas como relámpagos se dieron en frenesí,
desde esos momentos en mis pensamientos te consentí.
En un cálido saludo escuche tu voz vibrante
hipnotizándome por segundos, perdí la mirada por un instante
mi sangre alborotada en mi rostro se denotaba
cautivado quede de tu hermosura tan radiante .
Eras la joya que mi corazón anhelaba,
que en mis tiempos solitarios, siempre tenía en reflexión ,
nervioso me ponía cuando a tu lado me acercaba,
que todo mi cuerpo se llenaba de emoción.
Mis ojos huían de tus firmes miradas
de mis labios salían palabras temblorosas,
en ese momento mis pensamientos sujetabas,
volviéndome un masetero y tu mi bella rosa.
Con tal sutil toque…
me volví casi loco
…isistes que solo en ti me enfoque,
logrando descubrirme poco a poco…