Susurro del viene y va, paz inmensa de las olas del mar.
Paisaje de un azul intenso con su fín oculto, que sólo navegantes lo pueden ver.
Fuego en el cielo que luce en las trasparencias marinas y brota en las pieles blancas.
Brisa que te acaricia dulce y suave, mientras en el horizonte la vista se pierde.
Enorme puerta que describe los limites del semicirculo, con su fondo blanco y verde, de arena y monte.
Estelas blancas que dejan los que disfrutan flotando en ese largo y placentero camino.
Nubes que amenazan llorar, para nosotros consolar y la tierra agradecer.
Que grande eres, de punta a punta, escondes recuerdos, tristezas y alegrías, esa eres tú.