El jardín de la vida es un plantel de rosas,
bellas joyas con aromas y espinas;
entre ellas, una me fascina.
El jardín de la vida, repleto de amapolas
rojas, delicadas, con pétalos de seda;
con ellas, descanso en litera fresca.
El jardín de la vida, con alegres claveles
rojos de revuelta de mi juventud;
con ellos, cobra ilusión mi inquietud.
El jardín de la vida, con vivas margaritas
blancas con su ojal amarillento;
ellas desnudaron mi sentimiento.
El jardín de la vida con fragancias de azahar
alegrando el aire y los golosos insectos;
su aroma es un regalo elegido al azar.
El jardín de la vida con sus espinosos cactus;
de ellos, brotan finas flores protegidas
que admiro con belleza, distancia y tacto
El jardín de la vida, luciendo la nieve en flor.
¡Qué belleza! El almendro floreado;
¡Qué milagro! El almendro nevado.
El jardín de la vida es el edén de los sentidos;
el jardinero somos yo, tú, ellos, todos,
regando cada planta a ritmo de latidos.
15 de enero de 2009
Autor: Pau Fleta