Tendré que ser yo, quien lleve la pena,
de saber que nada puede hacerse,
te ausentas de mi,
sin rencor, serena,
en cambio yo; llevaré el sabor lacerante
de no verte.
Lo que sufra el corazón, no importa nada,
ni la herida que deja el abandono,
aunque queda el alma destrozada,
restañar esa herida; no sé como.
Fui muy feliz así; al conocerte
tu presencia; me lleno algún vació
hoy no sé; si fui necio al pretenderte
o una mala jugada del destino.
Mas el amor que llegue a profesarte,
nació de mi ser enamorado,
fue creciendo aun mas al conocerte,
en mi vida; eres lo mejor... que me ha pasado.
copy@rigth virgo2009