Llegó de nuevo la tormenta
para destrozar el corazón
con su lluvia a cantaros
que lo destrozo sin razón,
perforado por los granizos
poco a poco fue mutilado
hasta quedar ensangrentado,
¡Oh, corazón aniquilado!
que ya no puede ser amado,
yaces ahora destrozado
en tu amor desesperanzado.