Mi noche es tu silencio,
no tocar la semblanza azul
de tus inmensos sueños.
Mi noche es la soledad de la estrella
que se lleva tu mirada al infinito.
¡Dios, cómo lloro tu partida, niña mía!
¡Cómo duele tu ausencia!
Tus pasos aún recorren el hogar
y la mujer te abraza,
ella quiere darte un beso,
vestirte, llevarte al colegio,
"¡Adios, mi cielo, pórtate bien,
hazle caso a tu maestra!"
La mujer sufre... ya no vive...
aprieta sus puños... reza
Yo he guardado las fotos,
"cumpleaños" "primera comunión"
Y aquella...tu favorita, sí, esa...
la de la primera fiesta.
Por cierto, a tu amigo lo vi ayer,
no pudo hablar, se veía triste,
como lo estamos todos, niña mía,
desde aquel día, cuando me dijistes
"bendición papá", cerraste tu vida
y te fuistes al cielo, con tu alma dorada,
con el vestido blanco que compramos,
con tu cuerpo frágil,
y tus alas abiertas.
¡Adios, niña mía, que Dios te bendiga!
Te di un beso en la frente
parecías despierta...
pero estabas muerta.