LA MUJER DE FUEGO
Toma en su manos dos antorchas de fuego
no el peso de los tormentos de otros, ni el suyo propio
Parada en la mitad de la calle
la mujer de fuego luz divina.
encanta con la vueltas que da su vida
se vuelve tierra
soplo de su aliento para avivar la llama
del centro de su corazón.
Su público son transeúntes
algunos la ven en el sillón vip de sus carros
los otros, desprevenidos con paso presuroso
se llevan un poco de su derroche de energía y calor.
acrobacias en manos tan delicadas
El fuego se hace más bello en la oscuridad
ella cedió su cuerpo, para ser un flama radiante de su pasión
que aflora en la noches
la naturaleza ha de tenerla dentro de sus hijas
por ser chispa del elemento divino del fuego
ahí está en carne y hueso
el fuego que consume su propia piel,
prende el mismo corazón del bosque.
hechizo el fuego ; la convirtió en calor,
así evaporo sus tibiezas y fue sol en la noche.
tan grande en medio de círculos ella misma aparecía y se desaparecía.
no vi cargas
vi interpretación de un cuerpo convertido en museo de luces y colores
Solo los ojos sensitivos descubren hermosas imágenes con sus movimientos
y sus antorchas de fuego calidoscopio
forman efectos e ilusiones donde ella misma es el principio y fin
recibe monedas de propina, da fuego renovador.