Cuando pescan con la caña,
Dos chicos están pescando
Sobre la orilla de un cauce,
Junto a un albor entusiasta
Que mira truchas doradas,
Se aletarga con la espuma
Que tiñe de blanco el agua.
Un suspirar de encantados
Arrastrando sed del cauce,
El caudal de enamorados
Entre las aguas se evade,
Cuando se miran los ojos
Con sosiego de una tarde.
Las ternuras del ensueño
Ceñidas entre las juncias,
Soliviantan unos arrestos
Del amor de tierna cuna,
Que se riega con sabores
De la simpleza oportuna.
Dos mozos enternecidos
Entre arrumacos del aire,
Pescan la esencia de vida
Sobre el agua en la tarde,
Con presiones de candor
Acordado por los padres.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
22 de julio del 2011