Cuando no te miro
nadie me ve,
me vuelvo sombra,
ni yo misma me encuentro.
Las ganas se van contigo
la vida toda se me apaga.
Y Sufro la ausencia de tu amor...
Entones,
la luz se retiene en tus manos
Duermo en el instante eterno
en los parpados heridos por la distancia
lejana de mi,
Olvidada.
Y en este cuerpo que mendiga;
a tientas por tu alma
y por tu piel.