El camino del solitario es duro y a veces triste.
Las cosas bellas no puede compartir
más que con su propia soledad.
De vez en cuando la vida le brinda una brisa fresca
que atenúa el peso del camino.
Y abre sus manos para beber el agua dulce y cantarina,
mas en un suspiro, la arena la cubre de áspero destino.
Y a pesar de haber tenido el tesoro entre sus manos
una vez más sigue solo su camino.