MANOS
Tan extensa tu piel y accidentada
y dos manos tan solo para ella:
es como para el universo una estrella
o para el insondable mar, una lágrima salada.
Que pobre humano soy, que limitado
que en vez de acariciarte, te atropello
me ciega tu sonrisa blanca, su destello
me cubre el cuerpo tu amor ilimitado.
Con sólo dos manos quiero escalar tus montes
perderme en tus praderas, gozar tus horizontes
saltar alegre entre tus grutas, corriendo tus mesetas.
Mis dedos pequeños, inquietos desafían
y si fueran mil tampoco lograrían
recorrer tu piel, con pocas letras.
Guivel