Al despuntar la alborada
mil colores de ofrendas viajaron hacia ti
y fascinado en el desierto de mi alma
tu agraciado rostro compareció ante mí.
Sentí la placentera esencia de tu aliento
y un suspiro seducido emergió de mi.
La luna de anoche,
se percató que sucumbía por atesorar
en el cofre de oro de mis amores
tu elegante color canela
exclusivamente para mí.
Percibo un hechicero sazón a gozo
aunque nunca haya catado
del licor embriagador de
tu distinguido cuerpo de Diosa,
Esta honrada sensación
que tu agraciada hermosura
estimulo en mí,
es el preciado vino de la ilusión
con el que me quiero embriagar junto a ti.
Deseo bañarme en tu tibio rio
y entre la floresta, tu suave risa compartir,
regálame un pedazo de tu vida
que la mía… la aderezo sólo para ti