Pinte en un muro
estrictamente blanco
el nombre del hijo de puta
que mato a mi hermano.
Me colgué
de todas las rejas posibles
para gritarle al amor su libertad.
Mire todas las ridículas vidrieras
para ver su rostro detrás del mío. Y
el vértigo, bien trajeado de viento
traspasó mis ojos.
Ahorqué de los árboles
cuadros de artista renombrados
para indemnizarme en estos días...
El álbum en la mesa
tu imagen latente.
El bote se aleja de la costa
estoy mudándome otra vez...