Como intruso, cuál ráfaga de viento, ingreso por tu ventana,
Ansioso de encontrar tus más recónditos rincones,
Medroso y sediento enfrento tu esbelto cuello,
muro endeble rechaza mis labios y elude mis ansias,
más es vulnerable a la embestida nocturna.
Lucho en silencio…y veo entre finos, lacios y negros cabellos la piel de tus promesas, morena como el día, clara como el fuego, amenazante pero tímida, deseosa pero ecuánime,
cuál río que nace y fluye descendiente, tibio surcando caminos, veredas ocultas…
Sudorosas gotas anuncian tu rendición y aceleran en tus sienes, confluyen ansiosas en tus labios, tu pecho, abdomen, cautas, pausadas, con ímpetu al fin, marcan el destino…quizás final feliz.
Candentes y mudas palabras de asfixia…tus labios quebrados contemplan el frío temblar de mi cuerpo sediento, cuál ola humedece y revuelve tu hiel, tu mirar, tu sentir y el susurro que emerge…y lágrimas de amor…