jesus guzman

LA CIUDAD DE LOS HOMBRES

Sonatas destructivas

 

Hablo de la ciudad de los hombres

donde las palabras golpean vacías

donde las lágrimas inundan las calles

y se repiten las esquinas de la soledad

y no parecen existir atardeceres.

Donde son eternas las precesiones del olvido

y el poeta que desangró sus venas

por una mujer que no amo,

de las vidas desaparecidas en la noche

o el miedo con el cual respiramos

y de los corazones que ya se rindieron

 

Hablo de la ciudad de los hombres

donde no he vuelto a mirar el reflejo

de los amigos en los ojos,

también de sus campanas oxidadas

cansadas de llorar a todos sus muertos

de sus estatus violentos y de la mirada llena de niebla

o la boca donde la muerte quiso quedarse

 

Hablo de las voces sin escuchar

y que son las mismas que escuchas.

 

Por qué no de la historia con la cual minamos el futuro

y los amplios mares de cemento separándonos

y un pájaro pariendo fuego sobre las madres y sus hijos,

sobre la tierra  y el agua.

 

Hablo de poesías y de la infinita edad de los recuerdos

porque la memoria aun guarda todo:

guarda nostalgia, amor, versos,

guarda vidas, guarda historia

 

Quizás el viento nos lave la culpa de nuestras caras

el peso profundo sobre nuestros sueños

solo para fingir una esperanza o sencillamente una rosa

 

Y esta es la ciudad de los hombres,

de putas y relojes de libros y mentiras

y aquellas nuestras historias

que no defendemos y con la cual cerramos las puertas

detrás de nuestras almas así como esta ciudad,

como este hombre, como yo y como tú.