El domingo es un día lánguido, muerto,
se impone el silencio exterior
sobre las calladas voces,
somos momias sin envolturas,
languidecemos en calladas posturas,
dormitamos en sueños despiertos,
hablamos y escuchamos
sin ser participes de los cuentos.
Hombres con pasados confusos,
futuros inciertos,
así transcurre el dia, largo, eterno,
los segundos son minutos,
los minutos pesan como horas,
las horas detenidas son pesadas cadenas
sosteniendo las puertas de los castillos
donde el destino define
entre lo malo y lo bueno.