Te acaricio con palabras,
te hablo con mis dedos
que tienen tantas cosas que decirte
que no sé si me alcanzan.
Tu piel es un papel donde yo escribo
mis mejores poemas.
Mis versos son los besos mas dulzones,
y entre todos tus dones,
no sé si llegan.
Mañana cuando leas lo que escribo,
serás testigo, de lo que inspiras:
Los verbos más ardientes que recreo
cuando el deseo,se me hace tinta.