Divina, inspiración del alba primaveral
Sutil corazón de frágil claridad
El viento ciñe tu cuerpo, flor de manantial;
Al amor de eterna felicidad.
Tu ser emerge al interior de un suspiro
Estribando al terror que calla a tu voz.
Y en un sueño profundo duermes, y te miro…
Cálida mujer, inocente del atroz.
Esta noche que tanto me has dictado
Estefany, mi corazón ha llorado.
Esos, pluvial de sangre amada,
Y el tiempo nace en sí, clamada
En tus elíseos campos de tu rostro fiel
De tu voz, de tu mirada; un tanto miel…