I.
Tengo frío
por llenar de cobre
mis venas.
II.
Aunque trague
sal y pimienta,
día y noche,
no dejarán de triturarme
los plateados colmillos
de mis huesos.
III.
No duele la espada
que traspasa mis sentidos.
Simplemente me repugna
el olor desgastado
de mis engranes.
IV.
Es tan eléctrico,
tan contradictorio
ser una máquina
y a la vez un hombre