Tengo en puerta un divorcio
le dijo un abogado a su esposa
y ella le dijo, gracias socio,
que tu profesión es onerosa.
Redacta ya esa demanda
y cobra algo por adelantado,
necesito comprarme una falda
y unos zapatos de color dorado.
Tengo que comprar unas fragancias
y un par de preciosos aretes;
el costo para mí no tiene importancia
los voy a comprar cueste lo que cueste.
Has en él, tus mejores esfuerzos
compórtate como un buen profesional,
me falta comprar mis entradas al concierto
y pagar en el club la cuota especial.
Y el abogado con acento propio
le dijo a su esposa en forma puntual:
lo que no sabes es que el fulano divorcio
es para disolver nuestra unión conyugal.