Lamento, tano, el uso de este medio
no tengo más remedio
que dirigirme así.
He decidido cerrar la tornería
está tan embromada la cosa por aquí,
que vendo el llerta, la chata y la casona
y parto a Barcelona, a lo del Joseluí.
Es triste, viejo, mandarte el telegrama
yo sé que hoy es un drama quedarse sin labor
pero, estos tipos te dejan en la vía
con tantas chucherías que importan de Japón.
Y los idiotas, que avalan esta historia,
son esa misma escoria
que beben un champagne
y que felices; festejan, entre todos,
porque han resuelto el modo
de no laburar más.
Lamento, tano, la forma del mensaje
pasa a buscar un sobre, por lo de la Mimí
todo te pago,
y hay algo más de guita.
Por estos años: gracias
tu amigo, Juan Martin.