La mamá le dijo: Ve a la escuela
para que obtengas educación,
mira que todavía quedan secuelas
del desastre académico de tu progenitor.
Él sólo, aprendió algunas letras
y a duras penas aprendió a contar
por eso ahora tanto le cuesta
traer el sustento del hogar.
El desertó de su educación
a muy temprana y tierna edad,
pensaba que era una prisión
y resultó que era libertad.
Mírate hijo en ese espejo
en la propia experiencia de tu padre,
aquí sólo comemos pellejo
porque no nos alcanza para carne.
y el niño haciendo de su genética alarde
después de aquella regañada
le dijo a su querida madre:
¡Pero es que tú tampoco estudiaste nada!
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