Para los días sin vos, tengo mi poesía.
Una memoria pintada de actitudes.
Esa larga cadenas de caricias sonoras en ml cuerpo.
Tu repetido acento
y tu ternura.
Ese puntito tuyo... caramelo.
Para los días sin vos
te tengo a vos
en un papel blanquito como tu alma
unida al cordel de aquellos sueños
que repetimos como loros en la cama.
Para los días feos, sin tu sol,
tengo un hilito soñador que me levanta.
Y en barrilete la emoción
me hace escribir de vos,
¡amor!
con una fiesta en la palabra.