Acetatos de rostros sin personas
deambularán entre sábanas de asfalto,
mientras la mecánica se oxida,
y se adelgaza nuestra vida,
volviédose bulímica de infartos,
los brazos que antes me estrecharon,
ya no son el reposo necesario,
se caerá el carmín de estos labios,
se tornará verduzco y evaporado
el latido que se queja en mi pecho
habrá espinas por rosas en el lecho,
permanecerá en mi piel el estallido
de tu sexo brindándome su néctar,
en mi lengua se halla cada esperma,
recordatorio de todo lo vivido.