Volvieron las estrellas de abril.
Otra vez bajo el cielo claro de la tarde
su potente luz refulge
y las gaviotas demoran su vuelo
extasiadas bajo su brillo
y el reflejo del mar no puede imitarlas
Dos estrellas azules,
pequeñas y calientes,
que llenan las noches largas y las desbordan.
Que en cada aurora siguen brillando
y hasta en pleno mediodía
ufanas se muestran
y al caer el sol se reafirman eternas
dos estrellas intensas
mojadas de lágrimas
y bañadas de azúcar
dos brasas pequeñas
dos niños
de palmas húmedas y abiertas
Volvieron las estrellas de abril
y ya no habrá más noches feas