La Muda
E l sol suburbano brillaba en tu piel de rosada serpiente….
Huidiza y ágil….con los píes de barro amarillo…
Jugabas entre el polvo de una ciudad olvidada………
Ellos –lo sabías-…..te miraban distinta….
Escondida entre virutas de rojizos cabellos….
Entre pecosas muecas sonrientes….
Tu aprendías los oficios….que la miseria enseñaba….
Y prendías el fogón, cargabas el agua, limpiabas la casa…
Tú querías entender aquel idioma malvado…
Que hablaban las gentes en los chismes de barrio….
Tú también querías cuchichear…..y te callabas….
La tarde refrescaba tus quince años….tu pobreza…
-La niña es mudita- …déjala en la casa……….
Y el paisaje se coloreaba de tu cobre naranja
Cuando mirabas a la gente…en la ventana….
Un mozuelo mandó un suspiro….eras inalcanzable….
Que eras española…..que eras gringa….que eras gitana….
Y tú hilvanabas en silencio los retazos de comida y agua….
La abuela en el patio…lavando en tinajas…
Cantando esa canción triste…..cantando….
-Solita ey de vivir….solita ey de llorar-….
Y tus ojos, claros y redondos, parecían comprender su distancia….
Su arruga dolorosa de mujer resignada….
Y bailabas entonces, para olvidar…bailabas…..
O tejías una flore en la noche callada….
Y sin embargo…tú no entendías el silencio….
Tu mundo era tan vivo, tan colorido….tan sonoro…
Que a veces….Isabel te preguntabas….
¿Por qué no entiende mis sonidos y mi loca carcajada?...
Entonces aprendiste….a decir lo necesario de aquel idioma del llanto:
-Máma, pápa, agua, plata, puta puta…caca-…..
El resto lo decían las blancas aves de tus manos agitadas….
¡Oh Chabela…la hija de Don Valverde....!
¡La que no fue a la escuela...!
¡La que no habla…!
¡La que no se casó nunca….ni dio hijos a la patria!.....
………………………
Luego vino el tiempo, con el la muerte y el olvido….
….durmiendo se fue pápa….
….durmiendo se fue máma….
Aun veo ….entre calles suburbanas….
Tu mirar de niña anciana….
Pensando en el ocaso sobre aquel lejano idioma….
Alguien pasa, te molesta y te lanza una broma….
Y tú sonriente coloreas estas palabras……
-puta…puta…puta….caca…-
Con amor profundo a mi tía Amanda Isabel Valverde, en la cotidianidad de un grifo de agua.