Eran los tiempos del amor
cuando tú figura era acariciada
en la playa por los rayos del sol.
Tu piel se fue transformando
como se transmutan los colores
del cielo entre las flores.
Tu boca fue tomando un rojo
cada vez más encendido,
a ratos más de fuego
brotando los recuerdos,
incendiando los pecados
con la pasión
de los enamorados.