Ay amor, como vas rozagante de frescas frutas, manzana,
Son tus labios de miel el rocío de mi nueva mañana…
Ay amor, es tu cuerpo pan divino, maná del cielo a mi alma…
Son tus pechos flor de harina, que en mi boca se disuelve, y en
La espesura de tus entrañas…
…
Tengo sed de tu boca, tiernos labios que embriagan,
Tengo sed de tu piel aun más suave que lana,
Tengo sed de tus mares, de tus ríos, tus arroyos,
Y tus más profundos caudales, de donde brota
El almíbar que Dios hizo a mi alma…
…
Leche y miel, trigo fresco, y torrentes manantiales
Hizo Dios en tu cuerpo,
Para saciar mis más profundos deseos carnales…
Hizo Dios, previniendo que me pierda en tus tierras y mares,
Dos luceros en tu rostro, que dan luz a mis tinieblas,
Y diluyen cada día mis más negras maldades…
…
No se aleje de mi, misericordia divina…
Dios del cielo te pido,
No se aleje de mí, mi bendición y sustento,
Pues tú das y tú quitas. Divino Dios, sé que es tuya la gloria,
Pues tú diste a mi vida este… mi respiro de aliento…