Cuan poco tiempo me queda
para decirte que espero
encender, pronto, un lucero
en mi negra soledad.
Soledad que, mi Dios quiera,
muy pronto quede allá largo;
soledad de sabor amargo,
que espero, pronto se muera.
Porque después de haberte encontrado,
cuando sólo yo me quedo,
con mi pensamiento puedo
de inmediato estar a tu lado.
Entonces dentro de mi yo siento,
que me acompañas de verdad;
por eso, con solo mi pensamiento,
puedo vencer mi soledad...