Fue un día de primavera
cuando yo te conocí,
me mire en tus lindos ojos
y me enamore de ti,
yo me di cuenta en seguida
que tu amor era mi amor,
que tu vida era mi vida
y nos amamos, los dos.
Más después de tanto tiempo
de amarnos inmensamente,
al despertad una mañana
nuestro amor fue diferente,
te marchaste esa noche
sin decirme ni un adiós,
y dejaste mal herido
a mi pobre corazón,
Yo te busco entre las sombras
y al viento grito tu nombre
el viento no me contesta
ni me dice donde te escondes
No puedo vivir sin ti
sin tu presencia me muero
y le pido a las estrellas
que te busquen desde el cielo,
La otra noche ya cansado
me senté junto a una roca
y percibí junto a mi oído
el aliento de tu boca,
me volví para mirarte,
con ansia alegría y enojo,
pero allí no estabas tú
tan solo un rallo de luz
iluminaron mis ojos,
Desde que tú te marchaste
no he podido ser feliz
en mi sueños apareciste
y al despertad te perdí.
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Autor Joaquín Méndez.
Reservados los derechos.
26/07/11.