Ante la mirada expectante de su fiel amante
con la yema de sus propios dedos
acariciaba su monte de Venus,
.
abría los pétalos de su flor sensualmente
los recorría con la palma de su mano
y luego nuevamente con la yema de sus dedos
.
Mantenía sus ojos mirando al infinito,
imaginando como reconstruir
ese reencuentro soñado con su amor
.
esperando que el llegara en la fragata
en la que hace tiempo lo vio marchar
.
la porteña apretando sus labios,
detiene cada momento el vendaval sentido
aun cree divisar ese hilo de humo,
mas allá del horizonte donde se pierde el mar
Bañada en sus jugos, terminara cediendo
a la exploración de las manos de su amante
al candor de su boca recorriendo su cuerpo
,
entregando apenas algunos tibios orgasmos
pensando que con su impersonal entrega
no perdería el amor que creía el aun
sentía por ella (su esposo)
.
Sumergida por la marea de placer recibido
cuando aquel hombre que fielmente la a acompañado
le llame a ella también… perfume de verbena
.
No podrá controlar sus impulsos
en entrega de pasión desbocada
y ante las sensaciones que recorren
de la cabeza a la punta de las extremidades
se entregara como dócil mariposa
al otro día mirara la fotografía de su amor
segura de saberse amada se dira
¡yo con segura fe lo espero!
Ganado tengo el pan: hágase el verso
Una afable mujer se asomò al ciego,
Temblò, encendiòse, se cubriò de rosas,
Y las pálidas manos del amante
Besò cien veces, y llenò con ella
José Marti
Marti and bad co.
Copyright © 2011 All rights reserved.
México México