Aunque pueda levantarme
sé que volveré a caer,
apenas sienta el instante
en que lo vea aparecer.
Su silueta se iba a alejando
entre brisas de añoranza,
con él se se fue sollozando
mi corazón y su esperanza.
Porque sin siquiera imaginar
lo que ha despertado en mí,
se alejó sin mirar atrás
llevándose lo que por él sentí.
Sendero de promesas,
cielo de utopías,
quisiera ser su compañera
en el camino de su vida;
tomaría dulcemente su mano,
besaría con amor sus sueños,
estando siempre a su lado
recitándole estos versos;
que son fieles testigos
de esta hermoso sentimiento,
deseosos de verlo conmigo
para amarlo en un \'te quiero\'.
Pero un aura de silencio
ha relumbrado entre él y yo,
cuando en mí nació el ensueño
de ser la dueña de su amor.
Ceci Ailín