Pensando en lo perdido, ya el pan duro en la cocina
Y las luces in-prendibles en la habitación.
Todo se cae y se rompe con cada paso de baile,
Un tango asesino casi descabellado y un mortal cosquilleo en los ojos
Que pide al mundo por un segundo frenar.
Pensando en lo perdido, se mancha los dientes con líquidos feroces,
Se ensancha el hígado y por ahora le sobrevive el pulmón,
Acechan palpitaciones a su miocardio pero la juventud le atesora una buena dosis de resistencia y contención.
Pensando en lo perdido, cada vez mas ciego,
Con las marcas de sus labios como herida
Y su silencio como patente,
Este cuerpo se sumerge en un lapso de memoria
Al cual le falta demasiado para llegar al muelle,
Al muelle de su meta y logro de amor.
Delirio en poción sin sentido,
Pero razón en la forma de mover el tablero;
Puede que la sed acabe con sus ganas
Y el oasis de su esencia sea una cruz entera en la espalda así encorvada,
Pero los ojos tristes,
Ya no miran al cielo sin antes llorar,
Y el pulso que antes se estremecía al compás de su belleza
Ahora se atrasa en el tiempo,
En la forma, y en las porciones de risas,
Que se agotan como el hielo,
Sin piedad.