Por las montañas vas como viene la brisa
o la corriente brusca que baja de la nieve
o bien tu cabellera palpitante confirma
los altos ornamentos del sol en la espesura
Pablo Neruda
Hoy estoy un tanto afónico
no he podido paladear ningún recuerdo
y dentro de esta afonía
esta tu boca
-tu vientre
tu ombligo
tu cintura-
¡no…! No te molestes calle
en recordarme el árbol
ni el agua de la fuente
ni su voz que era mía…,
no molestes a la banqueta
que esta justo en su puerta
ni al sillón donde estuve
saboreando su seno
(ese busto callado que en mi labio se pierde)
¡No…! Ya nada me recuerda
ni la ventana que daba hacia aquel patio
ni la llovizna breve
-ni el frío-
¿Ya no sé si escribirle para saber si vuelvo?
Hay noches que retornan
(pero)
Sin sombras creo
protuberancias son
inútiles recuerdos.
¿En qué iba? No sé si regresar el tiempo.
Tu nombre lo tengo en la punta de la lengua
¡…pero no!
No quiero que la avenida me traiga tu recuerdo
la que da vuelta en la esquina
la que sabe a silencio.