Hoy no quiero decir
cosas de tontos; no voy a
analizar ni a consentir un
pasado caduco que
mantuvo encerrada
mi existencia en una piel
que no toca la mía.
Hablaré con palabras
diferentes impidiendo que
vuelva mi presente a la
sombra maldita que antes
me poseyera aislando las
quimeras de mi vida, cuan
conjuro o embrujo.
Intuyo el candor de otros
labios besando mi
entusiasmo, siento el calor
de esos besos calentando
mi alma entumecida,
confeso no retornar al
pasado.
Hoy sentaré mis labios al
filo de otra piel, cabalgaré
cantando sin nada que
temer y, envuelto entre
caricias, sepultaré el ayer
que aprisionó mi vida,
cuan témpano de
invierno, para no
recordar su cruel
martirio.
PABEDIZ…