Deja me subo al tren de la palabra
Y escribir cada vivencia que pasa;
Con palabras bellas entregarte mi alma
Con palabras recias todo cuanto me enfada.
Con palabras necias elevar el susurro.
Dejarles en esta vía trozos de esperanza
Deja me subo al tren de la palabra
Y en cada estación dejar una mañana;
Escribir mi alegría y mi tristeza,
Que el mundo recuerde que en una ventana
Se pueden dejar suspiros hechos palabras
Se pude mirar la vida con los ojos del alma.
Deja me subo al tren de la palabra
Viajar sobre ruedas de recuerdos
Anhelos, gritos, quejidos, suspiros
Vagones de vida y de muerte
Todo sobre los durmientes
Y llegar hasta la vía láctea.
Deja me subo al tren de la palabra
Escribirle versos a mi bella amada,
Escribir eso que llaman poesía
Salida de lo más hondo del alma
Escribirle a la luna, las estrellas
También a la nubes, al rio y montaña
Deja me subo al tren de la palabra
Gritar que el mundo es perfecto…
Cuando se le mira con calma,
Que en el abismo del mar hay vida
Lo mismo que en el desierto del Sahara,
Gritar con todas mis ansias.
Deja me subo al tren de la palabra
Y escribir un cuento en rima;
Con hermosas y sonoras palabras,
Con imaginación, con métrica y ritmo
Para que lo lean a quien se ama,
Que duerma el niño en su placida cama.
Deja me subo al tren de la palabra
Escribir como Lorca, Machado
Lope, Nervo, Darío, Neruda,
Soñar que los cantos de sus musas
También iluminan mi habla ilusa;
Deja me subo al tren de la palabra.